Hay
momentos destacados en la historia en los que personas normales han
conseguido grandes triunfos para la convivencia, la justicia social y
el mundo laboral. Derecho al trabajo y al salario digno, al descanso
y vacaciones retribuidas, derecho a la seguridad y la salud en el
trabajo, a la libre sindicación, a la negociación colectiva o al
derecho a la huelga, entre otros, son logros laborales que nacieron
de la lucha y el esfuerzo compartido de hombres y mujeres que,
peleando por extender esa justicia social, sentaron las bases que
mejoraron sustancialmente las condiciones salariales y de trabajo de
nuestro pasado reciente y parte de nuestro presente.
Por
eso desde el sindicato CSIF, en este Primero de Mayo, rendimos un
merecido homenaje a todos los trabajadores que cumplen con su labor y
que, además, dedican parte de su tiempo a ayudar a sus compañeros.
Queremos, en el Día del Trabajo, hacer una consideración especial a
todos los delegados y representantes de los trabajadores por su
dedicación, esfuerzo y coraje para mantenerse firmes en la lucha por
la defensa de los derechos laborales haciendo suyas las dificultades
y los problemas ajenos.
La
opción de sindicalista nunca ha sido fácil, y en estos últimos
tiempos no es fácil ni cómoda; por eso, siempre tendrá nuestro
mayor reconocimiento y felicitación porque una labor tan loable
merece el apoyo de una organización sindical fuerte, independiente y
consolidada como CSIF.
Cuando
el deterioro laboral, agravado por los ajustes y los recortes en lo
público y en lo privado, ha impulsado el paro al récord histórico
de más de 6 millones de desempleados secuestrando el futuro de más
del 57% de nuestros jóvenes. Cuando la reforma laboral ha servido a
las grandes empresas para recoger beneficios a costa de los
trabajadores fijos, generar empleo precario y acrecentar la
injusticia social. Cuando la
crisis y la austeridad sólo son la excusa, de unos pocos, para
seguir acaparando bienes ajenos, para no dar explicaciones de mala
gestión y seguir explotando a la sociedad. Ahora, es
cuando más falta hace el sindicalismo serio, responsable, honrado y
profesional que practican los delegados y representantes de CSIF;
sobra el corporativismo.
Nuestros
delegados y representantes están defendiendo la salud y la seguridad
en el trabajo, se preocupan por la conciliación de la vida familiar
y los derechos laborales, se esfuerzan cada día por la igualdad real
y la estabilidad económico-laboral. Una dedicación altruista que
debe tener el aplauso de todos y cada uno de nosotros.
Y
con el apoyo de los trabajadores a su labor se facilitará, además,
el avance en la recuperación de la estabilidad en el empleo, el
rescate de la pérdida económica y social, la reconquista del
prestigio profesional y la salvación de tantos derechos que todavía
siguen en riesgo. Con esa unidad podemos conseguir que la carga de la
crisis comience a pesar en las espaldas de quienes la han creado.
En
CSIF estamos con los delegados sindicales que cada día se esfuerzan
en mejorar las condiciones laborales siempre defendiendo el interés
general sin ataduras de ninguna índole. Estamos con aquellos que lo
consiguen y animando a los que no. El bienestar de los trabajadores
es su misión; esforzarse en conseguirlo es su compromiso; y su
consecución la recompensa compartida. Por eso se esfuerzan cada día
para conseguir una sociedad más justa y, de esta forma, ganarse la
confianza que se deposita en ellos.
¡¡VIVA
EL 1º DE MAYO!!