Manifiesto de CSI-F con
motivo del 25 de Noviembre, Día Internacional Contra la Violencia de Género
“En las AA.PP también
hay una realidad invisible que debemos combatir. Ha llegado la hora de
recuperar el tiempo perdido”
En el año 1980, hace
veinticinco años, las Naciones Unidas reconocieron explícitamente que la
violencia contra las mujeres en el entorno familiar es el crimen más frecuente
en el mundo.
En nuestro país ya son
cuarenta y tres las mujeres fallecidas a manos de sus parejas o ex parejas.
Esta cifra es aún más dramática si cabe, teniendo en cuenta que de estas
mujeres, solo siete habían denunciado a su agresor. Desde CSI-F consideramos
que sigue siendo necesario promover una concienciación real de la sociedad para
terminar con esta lacra que evidencia el enfoque más terrible y traumático de
la desigualdad y la violencia que se ejerce contra las mujeres. Y esto solo se
conseguirá si situamos las políticas de igualdad y el valor de la mujer como
una pieza fundamental en las prioridades sociales y educativas de los
diferentes gobiernos.
Esta tarea pasa
necesariamente por un incremento de la inversión presupuestaria en este tipo de
políticas que, lamentablemente, han quedado orilladas en el contexto de la
actual crisis económica. CSI-F reitera hoy su rechazo a los Presupuestos
Generales del Estado para el 2013, donde la partida dedicada a Igualdad tiene
un recorte del 24,1% y en la prevención integral de la violencia de género de
un 6,8%. Es tan difícil conseguir un pequeño avance en esta vergüenza y tan
fácil retroceder muchos años en poco tiempo, que no nos podemos permitir bajar
la guardia.
De hecho, este año, la
propia jornada conmemorativa contra la violencia de género ha perdido el
protagonismo, la visibilidad y en definitiva apoyo institucional, frente a
otros años. CSI-F, sindicato mayoritario en las Administraciones Públicas,
impulsor de una nueva cultura organizativa en la administración, siempre ha
defendido el mantenimiento de la calidad en la prestación de los servicios
públicos, y participa y fomenta activamente en los planes de colaboración entre
las diferentes administraciones; estatal, autonómica y local.
En este contexto,
consideramos que los servicios públicos son esenciales y deben garantizar la
prevención, asistencia y persecución de los actos de violencia de género con la
implicación y la coordinación de las distintas Administraciones sanitarias,
Administración de Justicia, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y los Servicios
sociales y Organismos de igualdad, labor que realizan nuestros empleados
públicos que son las personas que tratan directamente con la víctimas. Debemos
dar un apoyo incondicional a las víctimas y una enérgica repulsa de la
manifestación más grave de la desigualdad, la violencia de género.
Asimismo, debemos mantener
los proyectos o actividades que tiendan a la prevención y erradicación de la
violencia de género, así como fomentar la elaboración de protocolos de acoso sexual
y por razón de sexo en el ámbito empresarial y Organismos Públicos. Las
presiones de CSI-F, junto a otros sindicatos, han permitido, en el ámbito de la
Administración General del Estado, reabrir la Comisión Técnica de Igualdad, que
llevaba paralizada desde hace dos años. Pues bien, ha llegado el momento de:
- Recuperar el tiempo
perdido y desarrollar y dar un nuevo impulso al Plan de Igualdad de la AGE con
el apoyo de las Unidades de Igualdad.
- Impulsar como medida de
prevención, el Protocolo de actuación contra el acoso sexual y por razón de
sexo, que es otra manifestación de violencia contra la mujer pero en el entorno
laboral. (Sólo cuatro Ministerios lo han adaptado).
- Desarrollar protocolos de
movilidad para empleadas públicas víctimas de violencia de género entre las
distintas Administraciones que garanticen su seguridad y su adaptación a la
vida normal.
En las Administraciones
Públicas también existe una realidad invisible que se traduce en movilidad en
el puesto de trabajo por otras causas que esconden violencia de género por
miedo de las mujeres a ser estigmatizadas y que en muchos casos va unido a la
pérdida de retribuciones, dificultades para conciliar, dificultades de
promoción profesional, entre otras. Sin dudar de la buena voluntad de esta
forma de actuar debemos denunciar que genera un vacío de seguimiento y que no
permite evaluar los resultados de las medidas implantadas y su necesaria
evolución para una mayor protección y para garantizar que ninguna mujer quede
desprotegida
Debemos seguir trabajando
para garantizar un entorno laboral libre de violencia, libre de acoso sexual y
por razón de sexo, y el derecho a que las trabajadoras en la Administración que
sufren este estigma sean tratadas con la mayor dignidad y respeto. CSI·F quiere
mostrar su apoyo incondicional a las víctimas y su enérgica repulsa a la
manifestación más grave de la desigualdad, la violencia de género.